El castillo de Santa Perpètua de Gaià, declarado bien cultural de interés nacional, es uno de los más singulares de la comarca, por sus características defensivas y por el entorno natural que le rodea. Se encuentra a unos 580 metros sobre el nivel del mar, sobre una colina rocosa desde donde domina la localidad de Santa Perpetua de Gaià y parte del valle del Gaià, en el término municipal de Pontils.
La fortaleza aparece documentada por primera vez en el siglo X (976). Formó parte del complejo y extenso sistema defensivo de los castillos de frontera de la Marca Hispánica con territorios musulmanes de Al-Andalus. Tenía contacto visual con el vecino castillo de Seguer.
Gozaba de un gran potencial estratégico, se situaba en primera línea de frontera en una zona de paso obligado, rodeado de un espectacular entorno natural y levantado en la orilla izquierda del río Gaià, lo que le convertía en inexpugnable.
Se trata de una fortificación de dimensiones considerables de unos 65 m de largo y 17 m de ancho, constituida por un recinto amurallado de planta alargada e irregular, en cuyo interior destacan dos elementos: la torre y la sala o aula, situados respectivamente en los extremos este y oeste del perímetro.
Conserva una alta torre almenada, con el interior triangular, la puerta y los muros junto a la antigua parroquia de Santa Maria. La torre es de un valor patrimonial incuestionable por tratarse de uno de los ejemplos más peculiares de la arquitectura militar prerrománica de Cataluña. Construida durante el siglo x presenta una planta triangular con los ángulos rones. Los dos lados más largos fueron recubiertos con un forro, construido con sillares, que se construyó con posterioridad para hacerlos menos vulnerables. La torre tenía cuatro pisos, el más alto del que defendido con almenas. El acceso se hacía a través del primer piso mediante una puerta adovelada de medio punto con dintel de madera. Tiene forma triangular con punta ovalada de unos 25 m de altura y con restos de reconstrucción posterior.
