El castillo de Santa Coloma fue la residencia principal de los barones de Queralt durante toda la Edad Media. Su patrimonio era el segundo de Cataluña después de los Cardona.
Durante el siglo XVI, al trasladarse a vivir a la ciudad condal, el castillo pasó a ser residencia temporal de los señores y experimentó grandes transformaciones que básicamente le dieron el actual aspecto exterior. Sin embargo, el interior sufrió otros grandes cambios en diversas épocas.
El acceso al recinto se realiza a través de un portal del siglo XVIII que da al patio de armas. Los edificios de esta plaza son también del siglo XVIII y corresponden a dependencias anexas al castillo. Cabe destacar que la fachada gótica de la capilla corresponde al antiguo hospital de Santa Magdalena, que fue trasladada a este lugar en 1922.
Las primeras noticias del castillo de Santa Coloma datan de 1018. La edificación más antigua es la torre circular, construida a finales del siglo XI. Tiene una altura de 23 my un diámetro de 12 m, con un grosor de muros de 3,25 m en la base. En el conjunto del edificio podemos observar claramente tres períodos constructivos: el gótico, donde distinguimos las dependencias propias de un castillo fortificado (planta baja y sótanos), el renacentista y barroco (fachada principal y entrada), propias de un palacio-residencia. Entre estas cabe destacar la escalinata, con 34 escalones de una sola pieza. La bóveda de escalera está coronada por un fresco alegórico en el dios río Tíber.
Las numerosas modificaciones y los añadidos de los siglos XVIII y XIX llevaron al edificio al límite del colapso hasta que en 1987 pasó a manos del municipio y se procedió a su rehabilitación. Actualmente sus dependencias se han convertido en casa de cultura de la villa.
